¿Han visto esto en el sitio de Abibon? (el texto mas adelante), se trata de una pregunta que él formuló durante el seminario que condujo en abril de 2008. Yo respondería a la pregunta, diciendo que es el paso de la letra al significante, la lectura de la letra. Esto nos remite a otras preguntas metapsicológicas que tienen lugar en la obra freudiana (específicamente en Lo inconsciente, 1915): ¿cómo funciona la relación entre los sistemas Cs e Ics? ¿Son calidades o estados? Freud comienza con dos hipótesis:
- Se trata de un paso de la representación del Ics al Cs. La representación quedaría la misma, sólo cambiaría su lugar, se desplazaría
O,
- El lugar de la representación no cambiaría, porque es la representación, o su estado lo que cambiaría.
Después, en el Texto, Freud abandona ambas hipótesis diciendo que hay tipos diferentes de representaciones: palabra cosa (wortvorstellung y sachevorstellung). Así, en el Cs encontraríamos ambos, pero en lo Inconsciente habría solamente la representación palabra (sachevorstellung). No obstante, Freud no agota la pregunta, no la concluye suficientemente.
Podemos retomar este tema utilizando la Banda de Moebius. Lacan ya había hecho esto en “Radiofonía” y en el “atolondradicho”, fue seguido por Darmon, Granon-Lafont y, creo, algunos otros autores. Así pues, tenemos la idea de una continuidad entre Cs e Ics. Lo que Abibon nos propone, no obstante, es una novedad para mí. Nos hace pensar en dos tipos De Banda de Moebius: homogénea y heterogénea. La primera correspondería a la estructura de la psicosis y la segunda a la neurósis. Así pues, en la neurosis, habría una parte (creo que podemos trabajar con diferentes colores) que sería el Cs, otra parte que sería el Ics y otra zona mezclada, confusa, entre Cs e Ics. Abibon propone que allí se encuentra el sujeto. Yo, de mi pare pienso, que la zona mezclada podría corresponder al Pr-Cs también. Podemos pensar que los tres diferentes colores se deslizan en la superficie de la banda. Eso me recuerda una balanza. Las personas que están en los diferentes lugares pueden estar más arriba o más abajo, su situación cambia cuando la “gangorra”* se desplaza, pero quedan siempre en el mismo lugar. Es confuso aún para mí… entonces…
*Gangorra: balançoire, balanza, báscula, juego infantil en los parques de diversión.
http://josiasdesouza.folha.blog.uol.com.br/images/gangorra.gif
Vitor Hugo TRISKA.
vitortriska@yahoo.com.br
Brasil
Texto de Richard Abibon
Miércoles 16 de abril de 2008
Quisiera hablar sobre la entrada en análisis como el cierre de una banda de Moebius, lo que sería algo como la apertura de una zona de sueño en un momento de la vela. Se trata de perder las indicaciones dimensionales de la realidad, literalmente bajo la forma de una pérdida de dimensiones por no encontrarse ya más sino en la tercera di-mención[1], la mención
[1] NT: Juego de palabras entre, dimensión (dit-mention) y mención, la dimensión del dicho, diríamos, la mención del decir, de lo que se dice, de lo que pasa por ahí de oídas, a tener efecto en nuestra vida.
del dicho, aquella por la cual las letras depositadas en nuestra memoria inconsciente, las letras muertas, encuentran una nueva vía, perdiendo su estatuto de letra, para acceder al del significante.
El ideal sería formar una banda de Moebius homogénea. Esto no es posible sino con alguien que está en la psicosis, pero allí se presenta otro escollo: esta psicosis tiene a menudo tiene dificultades para convertirse en una psicosis común, una paranoia dirigida, o un autismo a dos, que son las dos formas bajo las cuales Lacan describió la cura analítica.
Pero como el ideal no existe, es más probable encontrar la banda de Moebius como heterogénea, con una parte relativa a la memoria consciente del analista, una parte relativa a su memoria inconsciente y una parte de identificación en la cual no se sabe bien lo que pertenece a una memoria u otra. Allí puede residir la función sujeto.
He aquí un ejemplo de banda de Moebius heterogénea, ciertamente un poco sofisticada. Es importante poder reconocer estas formas topológicas bajo las más distintas apariencias, ya que no se trata de otra cosa que de la estructura del significante, es decir, lo que se funda lo humano: el paso de la Cosa a la representación, aquí representada bajo una forma de enlace destinado a completar la representación, tapando agujeros.
Como siempre, yo hablaría de todo esto en referencia a la práctica.
PREGUNTA: ¿Cómo podría nombrarse de otro modo lo que el muchacho pasa a la niña en el dibujo?
Traduce, margarita MOSQUERA
di1 version@gmail.com
Medellín, Colombia